lunes, 11 de febrero de 2013

OLFATO


Foto Google

Hay feo olor.
Quizá provenga de la amarga comida que engullen los hijos hambrientos de los deudores sin trabajo.
Tal vez de esos miles de fajos de billetes; dinero que estuvo ¡Quién sabe dónde! Yo vi gente escondiendo plata entre sus genitales.
Pudiera ser también por causa de la fuerte y penetrante transpiración de albañiles, changarines u obreros, pegada accidentalmente a la seda de los trajes de sus patrones que vienen a depositar las ganancias.
¡Quién sabe!
Una cosa es indiscutible: Hay feo olor detrás de ese cartel que dice “Banco”.

Daniel  Adrián  Madeiro

Copyright © Daniel  Adrián  Madeiro.
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